Editorial: La Fuente
Enésimo
intento de consolidar una cabecera en los primitivos años cuarenta que,
finalmente, no llegó a cuajar. Otro de esos productos fruto de la osadía o la inconsciencia
editora de ciertos emprendedores que vieron en el tebeo una oportunidad
comercial. Ni sello editor de garantías, ni dibujante reconocido, ni contenido
reseñable… Pocas cosas se pueden resaltar de esta cabecera, como no sea la dificultad
que hoy entraña ver un solo ejemplar. Los datos que manejamos indican que Kid
Farrell no fue más allá de dos entregas.
La
colección fue publicada en 1948, con una foliación de 16 páginas de historieta
--que abarcaban desde la portada al mismísimo dorso-- repartidas por igual
–ocho cada uno-- entre dos personajes. El primero y más importante era el propio
Kid Farrell, un aventurero a medio camino entre Flash Gordon y Jim de la Jungla
en lucha contra el Vampiro Azul. El segundo, Rex Dexter, expeditivo detective azote
de criminales.
Uno y
otro personaje fueron llevados a la viñeta por F. Anglés y F. Fuente,
respectivamente, dos dibujantes hoy desconocidos que trataron de hurgar a su
manera en el trazo de Alex Raymond y Milton Caniff con resultados bastante pobres.
Observando
el dorso del único cuaderno consultado, comprobamos que Kid Farrell fue
distribuida por Sociedad General Española de Librería (S.G.E.L.). También se
advierte el nombre de la industria gráfica: Imprenta Pueyo, de Madrid, lo que nos
llevó a pensar en un principio que dicha imprenta podía haber sido también la encargada
de la edición. Pero la duda hizo que siguiéramos investigando hasta dar con
otra publicación titulada Rataplán (1946), de gran semejanza plástica con la
presente colección. Ello nos permitió ahondar en la editora de esta última
publicación (La Fuente) y llegar a una tercera cabecera titulada Alan Dane
(1946), --también de La Fuente— en cuyo dorso aparecen anunciadas las aventuras
del detective Rex Dexter como parte integrante de la revista Rataplán de
próxima aparición.
Luego,
el devenir de los acontecimientos hizo que el detective tuviera que esperar un tiempo
para ver la luz, algo que sucedería en la presente cabecera. Ello fue debido al
prematuro final de la revista Rataplán, que no logró editar más de un ejemplar.
Portada y pagina interior del cuaderno núm. 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario