Año: 1948
Ejemplares: 20
Dibujos: Federico Amorós
Guión: J. Alexis (Martínez Osete)
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
Precio: 1,25 ptas.Dibujos: Federico Amorós
Guión: J. Alexis (Martínez Osete)
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
En 1928 se había estrenado en España la película Cruiser of Jasper B (USA, 1926), que aquí fue traducida como El pirata de los dientes blancos, sin
mayor justificación, pues se trató de una comedia romántica poco o nada
sinérgica con esa traducción. La película tuvo buena aceptación y mejor notoriedad,
gracias en gran parte al acierto en la españolización del título. Quizá –no es
más que una suposición— esa cinta fuese utilizada por Federico Amorós como
referente a la hora de dar título a su personaje, persiguiendo con ello una
notoriedad que estamos seguros debió lograr, aunque sólo fuese por la obviedad que
contenía: ¿Qué otro color podría tener una dentadura? Si hubiera sido negra…
Las primeras viñetas planteaban todo tipo de interrogantes sobre el
personaje: Una identidad desconocida, un pasado con un secreto terrible, una
madre asesinada, etc. También se le atribuían dos características muy
personales: su habilidad a la hora de sacar el revolver y su destreza con los
puños. Parte de la introducción decía así: “Aquel
hombre que cubría su faz por una máscara de dientes blancos no podía pasar
desapercibido, y así le reconocieron en las poblaciones, los propietarios de
los ranchos, los bandidos de las montañas, ladrones de ganado, los sheriffs y
la gente fuese cual fuese su condición de vida. También los Pieles Rojas le
reconocieron bajo el nombre de El Espíritu Blanco. Su presencia era
irresistible, su figura era legendaria y a su paso se tejían las leyendas como
estelas y recuerdos del pasado…”. Ingredientes todos ellos ya
experimentados en el tebeo patrio.
Con todo, la colección no defraudó en absoluto. Tanto su ritmo narrativo,
como la puesta en escena de Martínez Osete –que aquí firmaba como J. Alexis--,
mantuvo un nivel más que aceptable. Era la primera colección que el autor
abordaba en solitario para Grafidea, después de haber colaborado con la
editorial en cabeceras como Tom Clark
(1944) y La Daga Roja (1947). Con
todo, lo mejor de la colección fueron sus portadas, expresivas y generosas en
su composición.
Martínez evidenció aquí la influencia de sus dos principales maestros:
Ferrando y Ambrós, con los que había trabajado entintando no pocas de páginas
de cabeceras como El Diablo de los Mares
y El Jinete Fantasma, entre otras,
de ahí que el autor mostrara aquí cierta inclinación burlona en algunas viñetas;
un tono risible acentuado por la personalidad fachosa los dos compinches del
protagonista, los llamados Corto y Largo.
Hola, Paco, cuánto tiempo...! El título de este simpático western con ribetes de miedo lo debió tomar Amorós del serial "The Iron Claw", de 1916,con Pearl White, estrenado en España con el título "La Máscara de los Dientes Blancos", y seguramente visto por el guionista en su infancia. Lo censa Fernández Cuenca en su libro "Viejo cine de episodios". Un fuerte abrazo, Paco!!
ResponderEliminarPedro Porcel
Qué bueno que viniste de nuevo por estos lares, Pedro, siempre tan preciso en la ayuda. Mil gracias por el apunte... Un abrazo agradecido.
EliminarMenudo par de monstruos. Cuanto aprende uno aquí.
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