Editorial: Cíes
Año: 1949
Ejemplares: 14
Dibujos: Félix Borné
Guión: Félix Borné
Tamaño: 15 x 21 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
Precio: 1 pta.Dibujos: Félix Borné
Guión: Félix Borné
Tamaño: 15 x 21 cm.
Páginas: 10 + Cubiertas
Cuando en 1949 hace
su aparición la presente cabecera, Editorial Cíes llevaba varios años laborando
ediciones con el cuento y la novela popular como estandartes principales;
compitiendo con las grandes editoriales del momento en ese segmento: Cliper y
Molino, principalmente. La novela en general y la de vaqueros en particular era
su producto estrella, gracias a una delicada labor editorial en el envoltorio
de sus productos. En las portadas y en los dibujos interiores de dichas novelas
fueron habituales las firmas de Tomás Porto, Moreno, Lozano Olivares e,
incluso, la del propio Félix Borné, autor de la presente cabecera.
Borné había llegado
a Cíes tras una corta experiencia con la viñeta en Hispano Americana, en la
colección Infantil de las Grandes Aventuras. Era el menos
experimentado de los dibujantes reclutados por Cíes, el menos portadista, de
ahí que sus primeras colaboraciones se situaran en el interior de las novelas,
dibujos que se repartieron en colecciones como Biblioteca X, Colección
Vaqueros, El Vengador, etc. También realizaría alguna portada para la colección
Narraciones, pero, como decimos, su futuro como autor parecía destinado a la
viñeta, al tebeo y no tanto a la ilustración.
La constancia le
llevó a presentar en Bruguera a su Hombre de la Estrella, que fue
aceptada y tuvo una excelente acogida comercial. El éxito del personaje llevó a
la propia Cíes a proponer al autor un acuerdo que pasaba por que éste se
desvinculara de la editora catalana y se dedicara a la editora gallega en
exclusiva. Cíes, que ya había experimentado en el tebeo un par de años atrás
con El Pirata Cobra Blanca, creyó ver en Borné el dibujante que
necesitaba para su expansión tebeística –en la novela era ya todo un
referente--. Unos cantos de sirena que propiciaron la aceptación de Borné,
convencido de que más valía ser cabeza de ratón que cola de león. El primer
producto fruto del acuerdo fue la presente colección, Mascara Verde,
a la que en teoría tendrían que haber seguido otras muchas cabeceras. No fue
así: el proyecto tebeo no funcionó como ambas partes esperaban –tan sólo llegó
al mercado una nueva cabecera que fue titulada Rodeo Infantil (1949)--
y el horizonte se tiño de negro para las dos partes.
Máscara Verde fue protagonizada por un
enmascarado, al igual que El Hombre de la Estrella. Y situó la
acción entre castillos y caballeros de gruesa armadura, al igual que El
Hombre de la Estrella. Con un tirano al que vencer, al igual que El
Hombre de la Estrella. Sin embargo, evidenciaba mayor empeño creador. Era
demasiado lo que Borné se jugaba en el envite y el autor se aplicó a la
tarea con gran eficiencia y belleza plástica, especialmente en las
portadas, que recordaban al mejor Emilio Freixas –no hay más que observar la
que aquí reproducimos--. Aún así, la colección sólo pudo alcanzar catorce
ejemplares. Un final amargo, para un proyecto editorial que sin duda merecía
mejor suerte.
Otra máscara desconocida y otro tesoro que nos ofreces y nos detallas.
ResponderEliminarUn abrazo.