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martes, 21 de febrero de 2012

EL CAPITÁN MARVEL (Hispano Americana, 1947)











Editorial: Hispano Americana
Año: 1947
Ejemplares:  88
Dibujos: C. C. Beck
Guión:  Hill Parker
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  18 y 14 + cubiertas
Precio:  1, 1,25 y 1,50 pta.







Cuando Hispano Americana decidió apostar por esta cabecera, el  personaje ya gozaba en nuestro país de enorme popularidad, aunque con su apellido castellanizado; fama generada principalmente por la gran pantalla, pero también por los tebeos y los álbumes de cromos.
La primera aparición de este inolvidable superhéroe (aunque hoy parece el más olvidado de todos) tuvo lugar en Estados Unidos (febrero de 1940) en el núm. 2 de la publicación Whiz Comics, de la mano de C. C. Beck y Hill Parker, dibujo y guión, respectivamente. El éxito fue inmediato, lo que propició seguidamente su traslado al cine. La aparición sobre una pantalla se produjo dentro del llamado cine de jornadas, en una producción de doce capítulos filmada por Republic titulada Adventures of Captain Marvel (1941) y que en nuestro país fue proyectada en dos cintas: El Escorpión de Oro y Las lentes de la Muerte, primera y segunda jornada, respectivamente.
La primera editorial autóctona en trasladar el personaje al tebeo fue Valenciana, dentro de la serie Selección Aventurera, con dos cuadernos dibujados por un primerizo Antonio Hernández Palacios. Casi al mismo tiempo, quizás unos meses antes, llegaría al universo de los cromos (Editorial FHER), con fotogramas coloreados sacados de la producción cinematográfica.
Así, pues, Hispano Americana fue la primera editorial en publicar en nuestro país el material original americano, la obra diseñada siete años atrás por C. C. Beeck Y Hill Parker.  Vean un extracto del texto de presentación del primer cuaderno. “Las juventudes del mundo admiran al Capitán Marvel. Figura extraordinaria y maravillosa que dedica su fuerza insuperable al ejercicio del bien y la lucha contra el mal. ¿Quién es ese legendario Capitán cuyas aventuras, feliz combinación de las antiguas historias de magia con el dinamismo de la vida moderna, son leídas apasionadamente?. Un mago sapientísimo concedió a un muchacho locutor de la radio, Hill Bastón –así como a su hermana Mary— (se refiere a Mary Marvel), todos los poderes de los más grandes hombres de la historia y la mitología. Al pronunciar la palabra mágica Shazam, un rayo le convierte instantáneamente en El Capitán Marvel, dotado de fuerza sobrehumana, que vuela como un pájaro, corre como un expreso y cuyo cuerpo rechaza las balas… Como para perderse sus aventuras, con tal énfasis publicitario.
La colección constituyó un rotundo éxito, llegando esta primera serie (tuvo dos más) a publicar ochenta y ocho ejemplares. Casi todos los cuadernos contaron además con un valor añadido: seis páginas que narraban las aventuras de Nyoka, la Muchacha de la Selva (Jungle Girl, 1941) como se puede observar en la portada del primer cuaderno aquí reproducido. 
Hispano Americana promovió desde la serie el "Club Capitán Marvel", una especie de bazar donde el lector podía comprar desde insignias del club a figuras del Capitán Marvel troqueladas y coloreadas. También puso en marcha el sorteo semanal de un balón de fútbol entre los asociados.

(Arriba: cuaderno número 2 de Whiz Comics y cartel del estreno en España de la primera jornada)



Cuaderno núm. 1




Cuaderno núm. 22


Cuaderno núm. 88



viernes, 17 de febrero de 2012

CUADERNOS INFANTILES POPULARES (Grafidea, 1945)











Editorial: Grafidea
Año: 1945
Ejemplares:  10
Dibujos:  Beyloc, S. Mestres
Guión:  Guiones cinematográficos y otros
Tamaño:  21 x 32 cm.
Páginas:  8 + cubiertas 
Precio:  1 y 1,25 pta.






Colección compuesta por cuadernos monográficos, de gran formato, en línea con la moda reinante de esos años experimentada por editoriales como Hispano Americana, Valenciana, Rialto, Marisal, etc. y en la que el cine tuvo alto protagonismo.
Sorprende la utilización del término infantil en el título, decisión a todas luces antagónica con el planteamiento gráfico mostrado por la colección, pues fue abordada con una madurez narrativa más que considerable, plena de expresividad. De ello dan testimonio también los dos autores gráficos, de contrastada experiencia: Ricardo Beyloc y Salvador Mestres. Algo parecido sucedió también con los guiones, especialmente adultos, muy alejados del target infantil. Pero poco importaba. La esencia comercial de cualquier tebeo residía en la portada, en su empaque, en aquello que esta transmitía. Y en esta colección, hay que reconocerlo, las portadas son pura seducción y armonía compositiva, mágico realismo, en especial las provenientes del trazo de Beyloc: con Frankenstein pareciéndose a Frankenstein, con Karloff pareciéndose a Karloff. Todo en ellas es destacable, especialmente su madurez gráfica, inusual en esa época. Incluso las tipografías jugaron un papel de gran relevancia, con volúmenes, texturas y escorzos imposible de ver en otras series. 

El hombre invisible vuelve fue el título elegido para el estreno de la serie, una cinta interpretada por un joven Vicent Price en 1939. Luego vendrían títulos como Alarma en la ciudad, La sombra de Frankenstein, Oro en Chicago, Los Dalton cabalga, etc., hasta un total de diez ejemplares, de los que cinco fueron situados en la escena cinematográfica

Cuaderno núm. 1


Prueba de imprenta de la página interior del cuaderno El Poder Invisible
cinta interpretada por Boris Karloff. Arriba pueden ver un fragmento de la portada.




jueves, 16 de febrero de 2012

EL CAPITÁN LEÓN (Marco, 1948)




Editorial: Marco
Año: 1948
Ejemplares:  9
Dibujos:  Pedro Gago (Ogag)
Guión:  Pedro Gago
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  10 + cubiertas 
Precio:  1,25 pta.




Primero y único de los trabajos seriados de Pedro Gago dentro de un género poco utilizado por el tebeo autóctono. Estamos, pues, salvo error, ante la primera colección de formato cuadernillo en situar la acción en la Roma antigua. Un tebeo de romanos en toda regla, género al que la familia Gago, con el gran Manuel a la cabeza, rindiera posteriormente pleitesía con series como El Libertador (Garga, 1950) y El Defensor de la Cruz (Maga, 1956) 

Manuel Gago fue el estandarte de una saga de dibujantes que, como en el caso que nos ocupa, no pudo estar a su altura creadora, algo por otra parte más que razonable. 
Pedro Gago, firmaba aquí como Ogag (Gago al revés), y todo apunta a pensar que no estuvo sólo en la plasmación gráfica de la serie. Quizás pudo contar con la ayuda de su hermano y maestro en tareas de esbozado a lápiz. Pero no es más que una suposición. 
Al igual que sucediera con otras colecciones compañaras de editorial y de época (véase El Capitán Enigma o Poncho Libertas) la cosa no dio para más de nueve ejemplares.
  

Cuaderno núm. 3





domingo, 12 de febrero de 2012

EL CAPITÁN FANTASMA (Marco, c. 1947)





Editorial: Marco
Año: c.1947
Ejemplares:  4
Dibujos:  Cazanave
Guión:  Marijac
Tamaño: 20 x 27 cm.
Páginas:  8 + 3 humorísticas + cubiertas
Precio:  1,25 pta.







Una de las escasas incursiones de Editorial Marco durante los años cuarenta en el tebeo de creación foránea. Las otras fueron Poncho Libertas (c.1945) y Guerra a la Tierra (c.1947); las tres de procedencia francesa. Ninguna de ellas lograría mantenerse en los quioscos largo tiempo. 

Sorprende que el protagonista central, el que daba nombre a la cabecera, fuese un malvado de tomo y lomo, un espectro de maldad en línea fantasmal con La Sombra, el personaje de Maxwell Grant del pulp americano popularizado en España por Molino.

La primera aparición del personaje había tenido lugar en Francia, en la revista Coq Ardí (1944), bajo el título de Capitaine Fantôme, con guión de Marijac y dibujos de Cazavane.

La presente edición de Marco alcanzó tan sólo cuatro ejemplares, cada uno de ellos aderezado con varias páginas de humor firmadas por Boix y Ayné, dos autores habituales de este sello editorial.


Cuaderno núm. 1






sábado, 11 de febrero de 2012

EL CAPITÁN DERIVA (Toray, 1951)











Editorial: Toray
Año: 1951
Ejemplares:  10
Dibujos:  Ferrando, Vintró?
Guión:  J. B. Artés
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  8 + 2 + cubiertas
Precio:  1,25 pta.




Enésimo Capitán del tebeo español y segundo de la añorada Editorial Toray, tras el mítico Capitán Coraje. Esta vez el héroe era un fino estilista, un espadachín en la senda del cinéfilo Errol Flynn y cintas como El Capitán Blood (1939) o El Burlador de Castilla (1948). Incluso en lo físico tuvo El Capitán Deriva cercanía con el renombrado actor.


La puesta en escena fue obra de Emilio Giralt, Ferrando, maravilloso autor que por ese tiempo disfrutaba de plena madurez narrativa, después de haber alcanzado resonados éxitos con El Diablo de los Mares (1947) y Zarpa de León (1949). Quizás uno de los  mejores portadistas del tebeo autóctono y quizás, también, de los menos glorificados. Injustamente.



Si algo sorprende de esta colección es su nombre; “Deriva” no parece que pudiera insuflar al héroe mucha épica que digamos. Más bien todo lo contrario, aunque quizás no tanto como para ser la causa de su prematuro final: diez cuadernos en total. Ni siquiera el buen de hacer de J. B. Artés, habitual guionista de Ferrando, pudo evitarlo, a pesar de poner en liza un guión fresco y con no pocas notas de humor, la mayoría centradas en "Pachín", el escudero del protagonista. 


La composición de cada cuaderno incluyó, además de las ocho paginas dedicadas al personaje, otras dos más --también de género aventurero--, situadas en los interiores de portada y contraportada, al menos en los dos cuadernos consultados.



Cuaderno núm. 2




Interior del cuaderno núm. 2

jueves, 9 de febrero de 2012

EL CABALLERO NEGRO (Marco, 1945)










Editorial: Marco
Año: 1945
Ejemplares:  18
Dibujos:  Boixcar
Guión:  Boixcar
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  10 + cubiertas 
Precio:  90 cts.





Creación de uno de los grandes nombres del tebeo español: Guillermo Sánchez Boix, Boixcar para los lectores.


Segundo de los personajes seriados de su carrera, y segundo también bajo el sello editor de Marco, empresa en la que se había iniciado en 1943 con un misterioso personaje llamado El Murciélago, aunque sus primeras apariciones en el medio tuvieron cobijo en la Editorial Ameller.

El Caballero Negro desarrolla su acción en 1675 y cuenta la historia de un amor prohibido entre Ricardo Grundewald (el protagonista) y la bella Isabel Redone, hija de un importante Lord que se opone a la relación de la pareja. Ya saben, destierros forzados, enmascaramientos, persecuciones, venganzas…, hasta que la justicia prevalece.

Plancha original del cuaderno núm. 15


A pesar del buen trabajo de Boixcar, de la excelencia trepidante del guión (también de Boixcar), la colección no tuvo el éxito esperado y Marco la cerró en el cuaderno núm. 18. Sin embargo, todo hacía suponer una segunda serie del personaje, a al menos eso es lo que se anunciaba en la viñeta final, como pueden observar en la página abajo reproducida. Pero lo que la editorial presentó a continuación no fue tanto un Caballero, sino un nuevo héroe, con disfraz de Puma en la cabeza, de lo más sorprendente. Luego llegaría el turno de Orlan, el Luchador Invencible, antes de que el autor se comprometiera con Toray, editorial a la que daría lo mejor de su cosecha. 


Cuaderno núm. 18 y último de la serie



Cuaderno núm. 18, página final

miércoles, 8 de febrero de 2012

EL CABALLERO DE LAS TRES CRUCES (Bruguera, 1947)




Editorial: Bruguera
Año: 1947
Ejemplares:  17
Dibujos:  Ángel Pardo
Guión:  Pedro Quesada
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  10 + cubiertas
Precio:  1 pta.









"En el año 1187, cuando Saladino conquistó la ciudad santa, un grupo de valientes cristianos españoles, en vez de deponer las armas, formaron un clan llamada LA LEGIÓN DE LAS TRES CRUCES; de quien es Capitán el castellano Enrique de Casablanc, quien ahora guía a sus mesnaderos a Jerusalén para matar a Saladino"

Corría 1947 cuando Bruguera desplegaba toda su artillería en el segmento del cuadernillo de aventuras en busca del gran éxito que no llegaría hasta casi una decena de años después, véase El Capitán Trueno.

Ted el Pelirrojo, Ricardo Manteca y Jorgito Apuros, El Hombre de la Estrella, Brick Bradford y la presente, El Caballero de las tres Cruces, que curiosamente desarrollaba su trama en tiempos de Las Cruzadas, compartían mercado al unísono.

Además del asunto de Las Cruzadas, y de la españolidad del héroe, la colección contó asimismo con otra coincidencia respecto al Capitán Trueno, la de un joven dibujante, de nombre Ángel Pardo, que como todos los aficionados saben estuvo posteriormente ligado el personaje inaugurado por Ambrós.

Era la primera colaboración de Pardo con la editorial, que aquí descubría signos del poderío gráfico y gran personalidad que le acompañaría en sus próximos trabajos. Con todo, la serie no pudo avanzar más allá del cuaderno diecisiete, a pesar de sumar a la calidad de Pardo el buen hacer argumental de Pedro Quesada, uno de los mejores especialistas del tebeo español.  



Cuaderno núm. 2



                                                                    Página Interior cuaderno núm. 10