Editorial: Tritón
Año: 1944
Ejemplares: 8
Dibujos: José Rodríguez Aroca y Alfredo Ibarra
Guión: Luis Aroca
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 16 + cubiertas
Precio: 0,80 cts.
A NUESTRO JÓVENES LECTORES
Ediciones Tritón publicará en la colección Chorlito
las aventuras extraordinarias del pequeño indio Cabeza de Chorlito, con el cual
pasareis horas amenas, entretenidas y a veces regocigantes. No solamente
publicará esta colección las aventuras del indito, sino también de otros
personajes: policíacos, aventureros, viajeros, etc., etc., que alternarán con
las del pequeño salvaje. En esta misma cubierta (referida al dorso) iremos
publicando, de forma amena y entretenida, las costumbres de los animales
feroces de las cinco partes del mundo, ilustradas con bellos dibujos”.
Editada en 1944 por la editorial Tritón, autora
también de la cabecera Gorgorito. Este sello madrileño, de corta trayectoria, a
pesar de sus buenas intenciones expansivas, tuvo en el estudio de dibujantes de
Adolfo López Rubio su sostén creativo. De hecho, la presente colección fue
dirigida por este promotor de la historieta madrileña, aunque la ejecución de
los dibujos estuvo a cargo de los personalísimos dibujantes Alfredo Ibarra y
José Rodríguez Aroca, integrantes de la plantilla del mencionado estudio.
Contra lo que pudiera parecer, el título de cabecera
no respondía a ningún personaje concreto, aunque sí fue protagonista un
pequeñajo piel roja llamado Cabeza de Chorlito. Un personaje divertido y
ocurrente, de enorme locuacidad y con insaciable sed de conocer mundo, de
escapar de las praderas, según decía: “¡Bah!
Ya estoy cansado de tanta calma. Ya no hay bisontes que poder cazar. No hay
Rostros Pálidos para darles guerra porque ahora están muy morenazos. Dicen que
eso es sano” Excelente el trabajo de Iborra, con una curiosa mezcla entre
infantil y realista en los cuadernos protagonizados por este Castorcito, que fueron tres.
Portada cuaderno núm. 2
El segundo gran protagonista de Chorlito fue también
otro jovencito, un detective llamado Juanito Holmes de lo más sagaz y belicoso,
hasta el punto de un dudar en disparar con metralleta. Le acompañaba el chinito
Che-Ling. Su primera aparición tuvo lugar en el segundo cuaderno y se
presentaba a los lectores saliendo de detrás de una cortina, al tiempo que
decía: “¿Se puede? ¿Sí? Con su permiso me
voy a presentar a ustedes… Yo me llamo Juanito Colmes, para servirles y soy
detective privado para lo que gusten. Y ahora me permitirán que les presente a
mi ayudante Che-Ling. No tiene más defecto que es chino y no se lava nunca,
pero por lo demás, es buen chico. Ahora les contaré un caso que me ocurrió”.
Los dibujos en este caso fueron de Aroca, con
excelente y personalísimo trazo, especialmente en la estampa de Juanito, un
niño de pantalón bombacho que parecía una caricatura del Cuto del maestro Jesús
Blasco.
Los dos cuadernos restantes se repartieron entre un
nuevo personaje llamado Gordinflas --suponemos que buscando sinergias con el personaje creado por Mario Moreno, que
por ese tiempo era el rey de la taquilla cinematográfica--, y una aventura, al
parecer en clave realista, con traficantes de armas de por medio. Ocho
ejemplares en total.
Portada cuaderno núm. 1
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