Año: 1942
Ejemplares: 83?
Dibujos: Aguado, Batet, Porto, Benejam, etc
Guión: Varios
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 16 + cubiertas
Precio: 1 y 1,25 pts.
Ejemplares: 83?
Dibujos: Aguado, Batet, Porto, Benejam, etc
Guión: Varios
Tamaño: 17 x 24 cm.
Páginas: 16 + cubiertas
Precio: 1 y 1,25 pts.
Viñeta interior del cuaderno núm. 60
Dibujos de García Vilella
Historietas Gráficas o Cuentos Ameller –nombre este último por
el que es conocida popularmente— constituyó junto a Cuentos Pilarín la primera incursión de la editora Ameller en ámbito del
tebeo. La irrupción de este sello en el mercado tuvo lugar en 1942, alternado
cuentos clásicos, novela popular y universal y tebeos.
La
colección mostró en un principio una voluntad aventurera fuera de toda duda, en
línea con la mayor parte de los tebeos que se publicaban por ese tiempo. Con un
arranque productor de gran mimo, plástico y detallista: buen papel, excelente
impresión y minuciosa selección de autores, al menos en el ámbito de las
portadas. La serie fue desgranando títulos como Miguel Strogoff, Los esclavos del Sahara, El Gran desierto blanco, El
coloso del aire, A la legión, La isla del tesoro, La montaña perdida, Los
elefantes blancos, Los buscadores de oro; tebeos todos ellos basados en
relatos conocidos o de reciente guiso, donde la aventura era la salsa
principal. Sin embargo, en el cuaderno núm. 10 la cabecera parecía dar un giro
inesperado con un ejemplar ubicado inequívocamente en la parcela del cuento de
hadas. El príncipe feo era su
título.
Cuaderno núm. 14
Ilustración de Víctor Aguado
La
colección –o lo que fuera, pues aún no mostraba reseña alguna que permitiera señalarla
con un nombre--, siguió de nuevo su curso en el campo de la aventura, hasta que
pocos números después cambió definitivamente su derrotero habitual para ir
salpicando sus apariciones con todo tipo de géneros, con especial protagonismo
del cuento de hadas.
Cuaderno núm. 21
Ilustración de Batet
¿Porqué
una colección para niños desvió parcialmente sus miras hacia las niñas? Nuestra
opinión es que lo hizo por dos razones. La primera porque no era una colección
en sí, de las de cabecera fija y numeración. Nada en ella exigía un coleccionismo
continuado; cada cuaderno era un producto independiente que se vendía en
función de lo atractivo del título o de su portada. Y segundo porque su
competencia más directa en Barcelona era entonces Cliper, editorial que acababa
de sacar al mercado una deliciosa cabecera titulada Cuadernos Selectos, y que por lo visto estaba teniendo una gran
acogida con el cuento popular y de hadas por bandera.
Cuaderno núm. 54
Ilustración de Vintró
Lo
cierto es que todo ese batiburrillo o mezcla de géneros, donde no faltaron
ciertas biografías --véase Andersen y
algún que otro deportista--, incluso algunos guiños al género infantil, con
deliciosas portadas de Benejam, no constituyó impedimento alguno para que la
serie alcanzara un éxito mayúsculo, como demuestra, al menos, una segunda
edición, que fue ya designada con el título de Historietas Gráficas.
En el bando
competencial, Cliper presumía de tener entre sus hacedores a dibujantes de la
talla de Jesús y Pili Blasco; también a Oche, Salvador Mestres y Margenat.
Incluso a Tomás Porto, que dividiría sus quehaceres entre las dos editoriales.
Pero Ameller no se quedaría atrás en su campaña de captación de autores de garantías.
Cuaderno núm. 45
Ilustración de Víctor Aguado
Gran
parte del éxito conseguido por Cuentos Ameller hay que atribuirlo sin duda a las portadas, con un inmenso
Victor Aguado --¡qué maravilla de ilustrador!--, acompañado de los igualmente
ilustres Vintró, Batet, Tomás Porto, Ayné y el mencionado Benejam. Otros
autores destacados, tanto en portadas como interiores, fueron Bernet (el
célebre Jorge de Doña Urraca), Enriqueta Bombón, A. Ribas, García Vilella, J.
Dalmau, Bataller, Elias, Beyloc, etc.
Portadas del cuaderno núm. 42 en sus dos ediciones
Ilustraciones de Víctor Aguado y Elías, respectivamente.
Del
éxito de la colección da fe una segunda edición aparecida apenas finalizada su
primera andadura; segunda edición que vio incrementar su precio en 25 cts.,
pasando de 1 pta. a 1,25. Al contrario que otras cabeceras de la época, Cuentos Ameller estrenó nuevos frontales
en su segunda aparición. No sabemos si lo hizo al objeto de incrementar la
calidad de las portadas --cosa bastante difícil-- o, como nos tememos, por
hacer un regate a los más despistados para ver si colaba.
Cuentos Ameller o Historietas Gráficas debe ser considerada como una de las
colecciones más sobresalientes y evolutivas de su periodo productor. Una
cabecera que acogió en su seno a un conjunto de autores de vital importancia sectorial.
Cuaderno núm. 57
Ilustración de Benejam
Página interior del cuaderno núm. 55
Dibujos de Beyloc
Dibujos de Beyloc
Una entrada excelente como siempre, Paco; desconocía que se tratase de una segunda edición y -seguramente como algunos despistados en su momento- tenía a la segunda como una colección diferente. ¡Y que material gráfico más exquisito... ese Benejam de los cuentos es conmovedor!
ResponderEliminarGracias, Pedro. Cada día que pasa estoy más convencido de la excelencia de las portadas del tebeo clásico español. No creo que tengan equivalencia alguna en toda Europa. Espero que entre todos sigamos rescatando la parte de ese tesoro que todavía permanece oculto.
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