Año: 1949
Ejemplares: 21
Dibujos: Luis Gago
Guion: Pedro Quesada
Tamaño: 8 x 17 cm.
Páginas: 32 + cubiertas
Precio: 1,25 pts.
¡La India! En su exótico paisaje, entre sus pagodas milenarias y sus rajás de fasto oriental, se mueve el misterioso DIAMANTE NEGRO, figura legendaria que persigue un noble fin a través de múltiples vicisitudes y aventuras. Una fantástica colección presentada en FORMATO BOLSILLO que causará la delicia de todos. ¡No lo olvide! DIAMANTE NEGRO tiene la dureza de la piedra preciosa y jamás olvidará sus sensacionales aventuras. (texto anunciador aparecido en el dorso del cuaderno núm. 1 de Zarpa de León)
Diamante Negro constituyó una de las escasas
incursiones de Luis Gago --hermano de Manuel Gago--, en la parcela gráfica. Con
anterioridad, este miembro de la familia Gago había probado fortuna en Bruguera
con tres colecciones que pasaron por el mercado con más pena que gloria: Ricardo Manteca, El Pirata Negro y El
Justiciero Fantasma. Tampoco la presente cabecera tuvo mayor fortuna, pues sólo
alcanzó a editar veintiún cuadernos, a pesar de contar con un narrador de la
talla de Pedro Quesada al frente del guion.
Producción fruto del acuerdo de
colaboración alcanzado por Toray con Manuel y Luis Gago, aunque a la postre
ninguno de los hermanos acabaría echando raíces en el sello barcelonés. El
primero, porque fue reclamado con malas artes por Valenciana cuando ya había
iniciado con Toray su prometedora Espadachín
de Hierro. Y el segundo, por razones que saltan a la vista si observamos
mínimamente el trabajo desarrollado aquí por el autor.
Trabajo sin duda poco afortunado,
con un dibujo estrafalario carente de pericia gráfica, que sin duda dificultó
el vuelo comercial del personaje. Una decisión editorial a todas luces
irracional, que poco o nada tenía que ver con la exquisita política que Toray venía
llevando a cabo. No hay más comprobar las cabeceras que la editora situó en el
marcado en esos mismos meses de 1949, todas de primerísima factura: Rayo Kit, Zarpa de León y El
Espadachín de Hierro. Nada más y nada menos que Iranzo, Ferrando y Manuel
Gago, respectivamente. Y en medio este sucedáneo enmascarado que hizo aguas ya desde
las propias hechuras físicas de la colección, planteada en formato bolsillo. Aunque
quizás, la editora, consciente de las carencias de la serie, trató de minimizar
sus vergüenzas reduciendo su visibilidad.
De lo que sí estamos seguros es de
que la contratación de Luis Gago por Toray fue el precio que la editora tuvo
que pagar por tener al otro Gago, a Don Manuel, trabajando para ella. Al final,
ni uno ni otro, pues los dos tuvieron que volver al redil de la acaparadora
Valenciana.
Portada y viñeta interior de los cuadernos núm. 7 y 15, respectivamente
La serie es floja, pero tanto la portada (por el título del cuaderno) como la viñeta que has elegido para reproducir, Paco, son impagables!
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