Año: 1952
Ejemplares: 2
Dibujos: Toutain
Guión: Toutain
Tamaño: 24 x 17 cm.
Páginas: 10 + cubiertas
Precio: 1,50 pts.
Uno do los editores que lo
intentó fue Joaquín De Haro, a través de la presente cabecera bautizada de
manera astuta como Hazañas de Guerra. Pero ni el buen hacer de José
Toutain (guión y dibujo) ni la excelencia técnica y gráfica de las portadas, ni
tampoco la similitud del título con la colección de Toray, pudieron evitar su
prematuro final. Sólo dos cuadernos. Si bien es verdad que la trayectoria
editora de Joaquín De Haro estuvo plagada de impactantes y deliciosas
creaciones que nunca alcanzaron excesivo recorrido, como sucedió por ejemplo
con algunos de los títulos aparecidos en los tres sellos que dirigió (De Haro,
Harpo y Hércules); tres sellos que esparcieron por los quioscos deliciosas
creaciones: El Rayo Fantasma, El Capitán Cobra, El Diablo Negro, El Globo, El Lince, King Caribe, entre otras.
No era la primera vez que De Haro
editaba una cabecera de contenido bélico. En 1947, adelantándose incluso a la
colección de Boixcar y bajo el sello de Harpo, había experimentado en ese
terreno con una creación titulada Ray London. También sin demasiado éxito.
Hazañas de Guerra tuvo en José Toutain a
un autor de escasa experiencia –era la segunda cabecera que abordaba después de
Víctor Denis (Toray, 1950)--, pero dotado de un personalísimo trazo iluminado
por la magia de creadores como Miltan Caniff y Frank Robins, aunque mermado en
cuanto a dinamismo y energía. Con el tiempo se convertiría uno de los nombres
más encumbrados y controvertidos del sector: dibujante, guionista, editor e
impulsor de la primera Agencia de intermediación entre autores y editores con
la sana intención de proyectar la creación autóctona más allá de nuestras
fronteras. De hecho, la presente cabecera, atribuida al sello De Haro, fue
producida cuanto menos al amparo de la mencionada Agencia. Así figura al pié
del reverso del primer cuaderno: “Es una producción de Selecciones Editoriales”. No aparece sin embargo la
reseña De Haro, aunque todo hace suponer que este sello actuó como editor.
Los dos cuadernos publicados
llevaron por título Sublime sacrificio e Invasión amarilla, cuaderno este último
que fue anunciado con una alabanza al espíritu solidario de Estados Unidos: “Todas
las naciones libres han luchado por el derecho a la paz y a la libertad; con
este fin, hombres de todas las razas han perecido en tierras extrañas; pero
ningún país como los Estados Unidos de Norteamérica ha prestado tanta
colaboración para detener y contrarrestar a la invasión amarilla” Corría malos tiempos para
la reputación de los japoneses.
Cuaderno núm. 1
Interior del cuaderno núm. 1
De Haro intentó siempre introducir en la historieta española una modernidad, una conexión con las estéticas de su tiempo, que no le fue posible consolidar: no estaba el país para semejantes innovaciones, ¿no crees, Paco?
ResponderEliminarPues sí, Pedro. En la transgresión de De Haro, en su modernidad, estuvo su penitencia, amen de una distribución que al parecer no estuvo a la altura. Una pena.
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