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viernes, 28 de diciembre de 2012

SATÁN (Éxito, 1947)




Editorial: Éxito
Año: 1947
Ejemplares:  2
Dibujos:  Julio Ribera
Guión:  Feralgo
Tamaño:  15 x 21 cm.
Páginas:  8 + 2 + cubiertas
Precio:  60 cts.

Cuaderno núm. 2

Cabecera perteneciente a Ediciones Éxito, sello impulsado por el dibujante Pedro Alférez en 1946 que no hizo mucho honor a su nombre, pues apenas pudo mantener el tipo un solo año. De las cinco las series abordadas por esta editorial, Satán fue la única en la que no intervino la mano de Alférez, al menos en el apartado gráfico.
Satán fue abordada gráficamente por un jovencísimo Julio Ribera, en su primer asomo profesional al sector. Un proyecto enloquecido desde el mismo instante de su presentación, recurriendo la editorial a la falsa autoría. Así, guión y dibujo fueron atribuidos a Nik Moore y Kart Spencer, nombres de mayor exotismo que los de Feralgo (Fernando Alférez, hermano de Pedro y cofundador de la editorial) y Julio Ribera, que fueron los verdaderos autores.
Por ese tiempo la novela recurría con frecuencia al seudónimo para atribuir paternidades. La fonética inglesa vendía más que la nacional, de manera que fue una artimaña muy habitual durante varias décadas. No era lo mismo firmar Miguel Oliveros que Keith Luger; o Francisco González que Silver Kane. Pero no sucedió así con el tebeo, salvo escasísimos ejemplos como el de la presente colección. Y mucho menos que los apócrifos autores figuraran como presentadores de la cabecera, como pueden observar en la portada del cuaderno núm. 1 aquí reproducido. Incluso desde el dorso del primer cuaderno se insistía en ello: “Si eres aficionado al dibujo, sigue las aventuras de Satán. Además del enorme interés que han puesto en ellas NICK MOORE y KARL SPENCER, tendrás probabilidad de ver tus originales publicados” 
Lo curioso e inexplicable fue el cambio de autor gráfico que se produjo entre el primer y segundo cuaderno. Julio Ribera paso de ocultarse bajo el nombre de Karl Spencer al de Jules Mc Side, sin que nada justificara tal acción. Quizás no quedó contento con el primer seudónimo y decidió pasar al segundo, un poquito más sugerente.
El desvarío guionístico también fue más que evidente, condicionado quizás por el planteamiento promocional al que fue sometida la trama. “Satán; nadie lo conoce. Y tú, lector, ¿sabes quien puede ser Satán? De todos los personajes que intervienen en este cuaderno, uno de ellos es Satán. Si has averiguado ya, después de la lectura de este cuaderno, quien puede ser Satán de los personajes que intervienen, llena cuidadosamente el boletín que aparece en esta página y remítelo a nuestra redacción”.
En todo caso, no creo que fuesen muchos los lectores acertantes de los interrogantes de una trama que empezaba con la fuga de un preso haciéndose pasar por el cadáver de su compañero de celda. Que seguía con un malvado profesor tratando de apoderarse de una mansión propiedad de una señorita que al parecer encerraba un tesoro. Y que continuaba con la contratación de un jardinero por parte de esta ultima que resultará ser un repartidor de mamporros de lo más salvaje en defensa de los intereses de su patrona. No, no era fácil adivinar cuestiones como las planteadas en el cupón respuesta: ¿Quién es Satán? ¿Causas por las que crees que es Satán?... y alguna otra aún más compleja para lectores de corta edad.
Los dos cuadernos constituyen hoy una muestra de gran valor documental, un referente imprescindible para la catalogación de obra de uno de los grandes creadores del tebeo español y la bande dessinée francesa, país este último al Julio Ribera entregó sus mejores años. 
Además de las ocho páginas de cada cuaderno, Ribera también fue el responsable –aquí si firmó con su nombre real-- de los interiores de portada y contraportada, con varias tiras en clave humorista (primer ejemplar) y una aventura bélica inspirada en el ataque nipón a Pearl Harbor (segundo ejemplar)  
Fueron anunciados dos cuadernos más, titulados Con Satán no se juega y Satán en Chicago, pero no hay constancia de que vieran la luz. 

Cuaderno núm. 1


 Página interior cuaderno núm. 1



3 comentarios:

  1. ¡Qué curiosidad! Me parece un milagro el rescate de este brevísimo "Satán", y hasta el texto sabe a prodigio. Lo que han dado de si dos tebeos...
    Gracias, como siempre, Paco.

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  2. Paco rescata la historias de pequeñas joyas que nos regala gracias al buen hacer de de su pluma.

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    Respuestas
    1. Vicente, me alegra mucho verte por aquí, en este lugar donde el tebeo es culto. Muchas gracias por tu comentario y recibe un fuerte abrazo

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