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sábado, 11 de febrero de 2012

EL CAPITÁN DERIVA (Toray, 1951)











Editorial: Toray
Año: 1951
Ejemplares:  10
Dibujos:  Ferrando, Vintró?
Guión:  J. B. Artés
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  8 + 2 + cubiertas
Precio:  1,25 pta.




Enésimo Capitán del tebeo español y segundo de la añorada Editorial Toray, tras el mítico Capitán Coraje. Esta vez el héroe era un fino estilista, un espadachín en la senda del cinéfilo Errol Flynn y cintas como El Capitán Blood (1939) o El Burlador de Castilla (1948). Incluso en lo físico tuvo El Capitán Deriva cercanía con el renombrado actor.


La puesta en escena fue obra de Emilio Giralt, Ferrando, maravilloso autor que por ese tiempo disfrutaba de plena madurez narrativa, después de haber alcanzado resonados éxitos con El Diablo de los Mares (1947) y Zarpa de León (1949). Quizás uno de los  mejores portadistas del tebeo autóctono y quizás, también, de los menos glorificados. Injustamente.



Si algo sorprende de esta colección es su nombre; “Deriva” no parece que pudiera insuflar al héroe mucha épica que digamos. Más bien todo lo contrario, aunque quizás no tanto como para ser la causa de su prematuro final: diez cuadernos en total. Ni siquiera el buen de hacer de J. B. Artés, habitual guionista de Ferrando, pudo evitarlo, a pesar de poner en liza un guión fresco y con no pocas notas de humor, la mayoría centradas en "Pachín", el escudero del protagonista. 


La composición de cada cuaderno incluyó, además de las ocho paginas dedicadas al personaje, otras dos más --también de género aventurero--, situadas en los interiores de portada y contraportada, al menos en los dos cuadernos consultados.



Cuaderno núm. 2




Interior del cuaderno núm. 2

jueves, 9 de febrero de 2012

EL CABALLERO NEGRO (Marco, 1945)










Editorial: Marco
Año: 1945
Ejemplares:  18
Dibujos:  Boixcar
Guión:  Boixcar
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  10 + cubiertas 
Precio:  90 cts.





Creación de uno de los grandes nombres del tebeo español: Guillermo Sánchez Boix, Boixcar para los lectores.


Segundo de los personajes seriados de su carrera, y segundo también bajo el sello editor de Marco, empresa en la que se había iniciado en 1943 con un misterioso personaje llamado El Murciélago, aunque sus primeras apariciones en el medio tuvieron cobijo en la Editorial Ameller.

El Caballero Negro desarrolla su acción en 1675 y cuenta la historia de un amor prohibido entre Ricardo Grundewald (el protagonista) y la bella Isabel Redone, hija de un importante Lord que se opone a la relación de la pareja. Ya saben, destierros forzados, enmascaramientos, persecuciones, venganzas…, hasta que la justicia prevalece.

Plancha original del cuaderno núm. 15


A pesar del buen trabajo de Boixcar, de la excelencia trepidante del guión (también de Boixcar), la colección no tuvo el éxito esperado y Marco la cerró en el cuaderno núm. 18. Sin embargo, todo hacía suponer una segunda serie del personaje, a al menos eso es lo que se anunciaba en la viñeta final, como pueden observar en la página abajo reproducida. Pero lo que la editorial presentó a continuación no fue tanto un Caballero, sino un nuevo héroe, con disfraz de Puma en la cabeza, de lo más sorprendente. Luego llegaría el turno de Orlan, el Luchador Invencible, antes de que el autor se comprometiera con Toray, editorial a la que daría lo mejor de su cosecha. 


Cuaderno núm. 18 y último de la serie



Cuaderno núm. 18, página final

miércoles, 8 de febrero de 2012

EL CABALLERO DE LAS TRES CRUCES (Bruguera, 1947)




Editorial: Bruguera
Año: 1947
Ejemplares:  17
Dibujos:  Ángel Pardo
Guión:  Pedro Quesada
Tamaño:  17 x 24 cm.
Páginas:  10 + cubiertas
Precio:  1 pta.









"En el año 1187, cuando Saladino conquistó la ciudad santa, un grupo de valientes cristianos españoles, en vez de deponer las armas, formaron un clan llamada LA LEGIÓN DE LAS TRES CRUCES; de quien es Capitán el castellano Enrique de Casablanc, quien ahora guía a sus mesnaderos a Jerusalén para matar a Saladino"

Corría 1947 cuando Bruguera desplegaba toda su artillería en el segmento del cuadernillo de aventuras en busca del gran éxito que no llegaría hasta casi una decena de años después, véase El Capitán Trueno.

Ted el Pelirrojo, Ricardo Manteca y Jorgito Apuros, El Hombre de la Estrella, Brick Bradford y la presente, El Caballero de las tres Cruces, que curiosamente desarrollaba su trama en tiempos de Las Cruzadas, compartían mercado al unísono.

Además del asunto de Las Cruzadas, y de la españolidad del héroe, la colección contó asimismo con otra coincidencia respecto al Capitán Trueno, la de un joven dibujante, de nombre Ángel Pardo, que como todos los aficionados saben estuvo posteriormente ligado el personaje inaugurado por Ambrós.

Era la primera colaboración de Pardo con la editorial, que aquí descubría signos del poderío gráfico y gran personalidad que le acompañaría en sus próximos trabajos. Con todo, la serie no pudo avanzar más allá del cuaderno diecisiete, a pesar de sumar a la calidad de Pardo el buen hacer argumental de Pedro Quesada, uno de los mejores especialistas del tebeo español.  



Cuaderno núm. 2



                                                                    Página Interior cuaderno núm. 10