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viernes, 27 de abril de 2012

CUENTOS DE POCHOLO (S. Vives,1948)










Editorial: S. Vives
Año: 1948
Ejemplares:  7
Dibujos: Jaime Juez, Sabatés
Guión:  Jaime Juez
Tamaño:  24 x 17 cm.
Páginas:  16 + cubiertas
Precio:  1,50 pta.




El nombre de Pocholo era en ese tiempo un sello de garantía, apoyado por casi veinte años de historia y buen hacer en el campo de la historieta, primero como semanario y más tarde como revista. En sus páginas habían hecho camino dibujantes de la talla de Arturo Moreno, Ángel Puigmiquel, Jesús Blasco, Cabrero Arnal, Riera Rojas y un largo etcétera.
De ahí que la editora fundada por Santiago Vives pusiera en liza esta cabecera protagonizada por la Familia Ronquete, en un tiempo en que la Familia Ulises arrasaba desde las páginas del TBO.
Cuentos de Pocholo constituyó una apuesta novedosa, con guiones frescos y sorprendentemente atrevidos para la época. Una familia de lo más loca y divertida; irreverente, incluso (la hija se llamaba Chichi, aunque es de suponer que el vocablo no tendría el sentido figurado que tiene ahora). En el debe quizás haya que poner su puesta en escena, simplista y atiborrada de viñetas en cada página, a pesar de contar con uno de los grandes artistas de la ilustración y del dibujo (Jaime Juez - Xirinius) en gran parte de los ejemplares que se publicaron, que fueron siete. El último cuaderno fue obra de Sabatés.

Cuaderno núm. 3. Dibujos de Jaime Juez. 
Arriba, portada del último cuaderno, obra de Sabatés 



 Página interior del cuaderno núm. 3

martes, 24 de abril de 2012

AZUCENA (Toray, 1945)







Editorial: Toray
Año: 1945
Ejemplares:  135 + 1.215
Dibujos:  Rosa Galcerán y otros 
Guión:  Varios
Tamaño:  16 x 22 cm
Páginas:  8 + cubiertas, en su mayoría
Precio:  Varios





Fueron numerosas las cabeceras del tebeo autóctono basadas en el cuanto popular o de hadas. De entre todas ellas, Azucena fue sin duda la más popular y longeva de todas. Un fenómeno social que se extendió a lo largo de 1.350 ejemplares entre la primera edición (1945) y la segunda (1948); o lo que es lo mismo, veintiséis años en los quioscos. A principios de los años cincuenta la cabecera llegó editar 600.000 ejemplares por número.
En un principio Toray definió la colección con la reseña “Cuento de Hadas”, sin más. Pero esa carencia de logotipo o anagrama inicial duró tan sólo unas cuantas entregas, dando paso de inmediato al famoso logotipo del hada encerrada en un círculo con la leyenda Colección Azucena.

La evolución de Azucena fue más que notable: desde los primeros relatos, algo candorosos, hasta las dulzonas y, por qué no de decirlo, deliciosas narraciones protagonizadas por hadas, príncipes y princesas repletas de hechizos y encantamientos. Luego llegaría el turno del relato romántico. Incluso de las chicas ye-yé. Pero, para ese entonces, la cabecera ya había perdido su aura inicial. O nosotros la candidez de aquellos primeros años. 

Cuatro cuadernos de diferentes etapas
Entre el primero y el último hay 25 años de diferencia


La ilustradora Rosa Galcerán fue el alma máter, la persona que le puso cara y ojos a la colección, hasta el punto de que hoy día es imposible disociar esta cabecera de la fisonomía y personalidad gestual de sus personajes. Avanzada la colección llegaron otras féminas, excelentes también: María Pascual y Carme Barberá, entre otras. Pero el carácter gráfico de Azucena siempre estará asociado a quien más y mejor hizo por ella. Y esa fue Rosa Galcerán. Aunque conviene recordar otros destacados autores que participaron de los primeros cuadernos: Antonio Ayné, principalmente y, en menor medida, Pedro Alférez. Deliciosos también.

Cuaderno de la primera etapa creación de Pedro Alférez


El último ejemplar se publicó el 2 de julio de 1971, con un texto de la dirección dirigido a las lectoras que finalizaba así: “Sólo nos resta desear que si Azucena os ha dejado un buen sabor en vuestra juventud, que esto perdure a lo largo de toda vuestra vida y os ayude en lo posible a alcanzar un día eso llamado felicidad”. Premonitorio, al menos para muchas lectoras que hoy siguen añorando al príncipe de sus sueños.

1350 cuadernos, más algunas reimpresiones, que las hubo, mas los números extraordinarios y los almanaques, dan para contar y no parar. Pero aquí no toca a entrar en más detalles. Lo que sí recomendamos es una visita a la Web de Tebeosfera, donde hallarán un excelente y detallado análisis llevado a  cabo por este impagable ciberespacio de tebeos. 
  
Cuaderno núm. 2, cuando Azucena aún no era referenciada como tal
Dibujos de Rosa Galcerán 


Portada del cuaderno núm. 37 de la primera edición
Dibujos de Rosa Galcerán